Diccionario enciclopédico de la vieja escuela by Javier Pérez Andújar

autor:Javier Pérez Andújar [Pérez Andújar, Javier]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Otros
editor: ePubLibre
publicado: 2016-06-09T22:00:00+00:00

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Leer en sábado Véase Moby Dick.

Lexington Avenue Bajo el amianto de la luna de Harlem, que dijo García Lorca, unos chavales, conjurados como Velvet Underground, esperan al camello. Es en una esquina de la avenida Lexington, y se ha quedado esa dirección, Lex con la 125, inscrita en los prontuarios de la gente que escucha discos por todas las habitaciones del mundo. Cariño, tú y yo también hemos dado vueltas por la avenida Lexington como daba vueltas el disco en el tocadiscos. ¿Te acuerdas de cuando le llamábamos plato? Vendimos nuestra primogenitura por un plato de rock and roll, y ahora nuestros hermanos pequeños se ríen delante de las barbas que nunca nos quisimos dejar porque eran de hippies. La avenida Lexington como una raya de coca interminable que atraviesa Manhattan por su lado este, el lado salvaje de Lou Reed. El rascacielos de la Chrysler, con su cúpula marxista, y abajo la acera donde un viento procedente del centro de la tierra le levanta las faldas a Marilyn Monroe. Dulzura, tú y yo no tenemos otra geografía que la de las canciones. De historia, ya ni te cuento. Pero ¿de qué historia estamos hablando? ¿La de la humanidad? Anda ya. Nos han echado, o nos hemos ido, por decirlo en fino. ¿A que molaba ver cómo giraba el disco silencioso? Tan brillante como el rock and roll, tan callado porque los que sonaban eran los altavoces, el disco no, él a lo suyo. Tan rayado igual que todo lo que ocurría fuera de su piel de plástico. Tan rayado como raya el mundo cuando no nos pertenece. Los peligros, las funestas consecuencias, las tardes doradas, las cartas que parecen poemas, los días felices, hacer favores, el sufrimiento de la reciprocidad, las disyuntivas nocturnas, la realidad que golpea, la alegría de los retornos, el tiempo perdido en pensar… Amor mío, si la humanidad tiene una tierra de promisión, tú y yo tenemos una Lexington Avenue a la que tampoco vamos a llegar. (Menudo maná íbamos a pillar allí). Joder, cuántos zombis, cuántos muertos vivientes y cuántos vivos murientes se estarán arrastrando esta noche por la avenida Lexington mientras tú y yo seguimos viendo dar vueltas al disco. El mismo disco que no hemos perdido en ninguna mudanza. Y eso que hemos mudado veces, y ya no digo vendido, hasta nuestra última piel. Pues no hemos dejado a peña ni nada en el camino a Lexington Avenue. Vaya escabechina, muñeca. Y lo más gracioso es que nos hicimos rockeros porque queríamos vivir.

Libros de tebeos A lo mejor es culpa mía y esto de los tebeos es para niños, siempre ha sido para niños, y entonces, como me da vergüenza o para justificarme, leo libros sobre el género, dijéramos bibliografía, de modo que parezca que todo va en serio. Por otro lado, entre los libros que tengo sobre tebeos, cómics, dibujantes…, creo que no hay ninguno (Astérix y Obélix no lo permitan) de carácter teórico, tipo El discurso del cómic, ya saben. No hace falta tropezarse con Fidel Castro para ver que todo discurso es en esencia una tabarra.

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